Trastorno Explosivo Intermitente
Se caracteriza por un patrón aleatorio de reactividad conductual agresiva y desproporcionada sin un motivo ni objetivo concreto, ocasionando alteraciones o perjuicios graves en el entorno físico y social y el propio individuo.
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Se manifiesta por:
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Agresión verbal (berrinches, pataletas, disputas verbales, peleas) o agresión física contra la propiedad (pública o privada), animales u otras personas, en promedio de 2 por semana, durante un periodo de 3 meses.
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Arrebatos en el comportamiento que provoquen daños o destrucción de la propiedad o agresión física con lesiones a animales u otras personas, sucedidos en los últimos 12 meses.
Sin previo aviso: Los arrebatos propios del TEI presentan un inicio rápido y sin avisar.
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Magnitud desproporcionada: la agresividad expresada durante los arrebatos recurrentes es bastante desproporcionada con respecto la provocación o cualquier factor estresante psicosocial desencadenante.
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NO existe intencionalidad: Los arrebatos agresivos recurrentes no son premeditados (es decir, son impulsivos o provocados por la ira), ni persiguen ningún objetivo tangible (por ejemplo: dinero, poder, intimidación...)
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Impacto negativo: Los arrebatos agresivos recurrentes provocan un gran malestar en la persona que los padece, alteran su rendimiento laboral – académico y / o sus relaciones personales (pareja, familia, amigos...) o tienen consecuencias económicas o legales (detección, multas, retirada de permisos…).
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El individuo debe ser mayor de 6 años o un grado de desarrollo equivalente.
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